“¡Pardiez, Lope! ¿Fuenteovejuna todos a una? Esto no es literatura”, dice Esperanza Luque frente al móvil. Hoy lleva una capa de color negro sobre los hombros porque encarna a un personaje de crítico del siglo XVII. Para grabar el vídeo ha subido la persiana y ha encendido la luz de la habitación. No necesita más. Cien mil personas siguen su perfil en TikTok, @esperanzalruz, especializado en libros de fantasía y romance. El vídeo que acaba de grabar es una ironía sobre aquellos que denominan “literatura basura” a los relatos que ella promueve y defiende en las redes sociales.
Tenía 14 años cuando empezó a hablar de libros en internet. En 2011 escribía en un blog, dos años más tarde en Twitter. “Éramos cuatro gatos ─ríe─ y todos aguantábamos lo rollos de los otros sobre los libros que comentábamos”. En aquella época no dejaba de mencionar un libro que le obsesionaba, Divergente de Veronica Roth. Ahora tiene 27 años, es periodista y creadora de contenido. Ha pasado por blogs y publicaciones digitales, como la revista literaria La avenida de los Libros. Probó suerte con YouTube, su “sueño frustrado, porque cuando era adolescente lo que se llevaba era ser booktuber”. Sigue hablando de libros y “haciendo el payaso”, compartiendo memes y parodias en X, en TikTok y en Instagram. En noviembre el grupo editorial Penguin Random House, atraído por el ingente número de sus seguidores, llenó los expositores de las librerías españolas con su primer libro, Otras versiones de lo nuestro, una novela romántica interactiva que permite al lector elegir el personaje del que se enamorará la protagonista al estilo de la conocida colección de libros Pesadillas de Robert Lawrence Stine.

El caso de Esperanza Luque no es una excepción. Libros escritos por booktokers han inundado las librerías este año. La editorial Molino, centrada en novela infantil y juvenil, publicó en octubre Destino prohibido (Crónicas de Hiraia 1) de Alba Zamora, una jovencísima estudiante de medicina. Martínez Roca, del Grupo Planeta, presentó en marzo Vértigo de Cristina Mellado (una profesora de Lengua de 26 años metida a booktoker) y en mayo, Esencia, el sello de Planeta dedicado a la novela romántica, lanzó Donde no puedas encontrarme de la barcelonesa Tamara Molina, que ha llegado ya a la sexta reimpresión. Esperanza Luque dice que siempre que hay una oleada de libros firmados por creadores de contenido vuelve a surgir el debate sobre su calidad y sobre si los booktokers merecen estas oportunidades. A veces incluso se cuestiona su autoría. “Existe la idea de que te van a publicar cualquier cosa porque tienes seguidores ─añade─. Yo me he comido muchos rechazos también. En mi caso ser booktoker me ha abierto puertas, pero también me lo he tenido que currar. Si propongo algo que no encaja en la línea de la editorial, me las habrían vuelto a cerrar”.
El término booktok proviene de la plataforma TikTok y es el nombre por el que se conoce a la comunidad literaria en redes sociales. Antes existió booktwitter (ahora olvidado), también booktube (que parece sobrevivir a duras penas) y bookstagram. En booktok, miles de adolescentes y jóvenes expresan su pasión por la lectura y la escritura. Se recomiendan libros, comentan listas interminables de lecturas pendientes, bromean sobre clichés, opinan sobre la última polémica que se viraliza en redes. Todo a través del móvil. La etiqueta #booktokespañol acumula en la plataforma medio millón de publicaciones, y la cifra aumenta sin parar.
Donde viven las historias
Shula Li nació en China y tiene 20 años. Reside en Mallorca con su familia, y estudia segundo de Farmacia en Barcelona. Descubrió Wattpad cuando una amiga del instituto le habló del libro que estaba leyendo. Se enganchó. Durante la pandemia leyó La selección, una novela de romance juvenil escrita por Kiera Cass. Recuerda esta saga con cariño porque fue el libro que la llevó a introducirse de lleno en el mundo de la lectura y la creación digital. En sus cuentas de Instagram y TikTok comparte reseñas y recomendaciones de novelas románticas, a veces de fantasía. Las graba en el salón de casa, con el libro en cuestión en una mano. Su perfil, @adictaalibros, que empezó como un pasatiempo hace cuatro años, tiene en la actualidad casi cuatrocientos mil seguidores en TikTok y más de cien mil en Instagram. Las editoriales le envían novedades literarias y la invitan a eventos y viajes. El más reciente a Francia para promocionar junto a otras cuatro booktokers Una influencer muerta en París, la decimoséptima y última novela de Blue Jeans, pseudónimo de Francisco de Paula, editada por el Grupo Planeta y que protagoniza precisamente una tiktoker. Shula Li ha pasado de escribir historias en Wattpad a publicar su primer libro con la editorial Penguin Random House, una novela romántica para jóvenes titulada Los elementos de un beso. Salió a la venta en marzo y tiene ya segunda reimpresión. Shula Li dice que le cuesta asimilar el éxito: “Ha sido un proceso tan largo, que incluso con el libro en las manos no consigo creérmelo”.

Esperanza Luque afirma que el fenómeno Wattpad ha ayudado a que los adolescentes, que no tienen capacidad adquisitiva propia para comprar libros, puedan acceder gratuitamente a la lectura. Wattpad nació en 2006 como una aplicación de lectoescritura donde los usuarios pueden tanto escribir sus propias historias como leer las de otros usuarios. Se publican relatos de todos los géneros, pero predominan las historias de romance y los fanfics, textos escritos por seguidores de una saga de éxito. El 92,5% de los usuarios de Wattpad pertenecen a las generaciones Z y Millennial (es decir, tienen entre 13 y 40 años), según datos de la propia plataforma, que ha implementado un sistema de pago a través de monedas virtuales para acceder determinados contenidos, aunque en su mayor parte siguen siendo de acceso gratuito.
Patricia Ibárcena está en mitad del proceso de escritura de su primer libro, Hijos dorados, una novela dark academia ─un subgénero que une la ambientación en el mundo académico de élite, el amor por la literatura clásica y elementos de misterio─ que publicará el sello Puck de la editorial Urano. Patricia estudió Derecho y tiene 27 años. Se define como una persona enérgica y organizada, acostumbrada a estar siempre ocupada. Lo que más le gusta del Derecho ─dice─ es el propio acto de estudiarlo, y por eso le apasiona el ambiente universitario que reflejan las novelas dark academia. Iba a comenzar las prácticas de la carrera cuando, a raíz del confinamiento, las cancelaron. No sabía en qué ocupar ese mes de julio que de pronto tenía libre y su pareja le sugirió que recomendara libros en Instagram. “Reconectar con la lectura y la escritura fue algo que me abrió los ojos ─afirma─. Qué hago yo siendo abogada, me dije, si lo que a mí me apasionan son los libros”. Así que decidió dejar su profesión y dedicarse por completo a las redes a través de su cuenta @patibarcena. Desde hace dos años tiene un pódcast de éxito en Spotify, llamado The Book Nook Podcast, junto a otra creadora de contenido. “He hecho un curro muy grande de redes sociales que me ha llevado a conocer gente ─dice─. Cuando alguien que trabaja en una editorial te conoce y sabe que escribes valora tu manuscrito de forma muy diferente al resto de los cinco mil que recibe”. Es lo que le ocurrió con Leo Teti, responsable de tres sellos de la editorial Urano, al que invitó a participar en un episodio del pódcast y que se convirtió en el editor de Hijos dorados.

Las grandes editoriales valoran la visibilidad e influencia que los booktoker tienen en las redes sociales y a su ingente comunidad de seguidores, pues supone una base relativamente fiel de potenciales compradores del libro. Novelas de éxito como After de Anna Todd en Estados Unidos o las de Mercedes Ron y Ariana Godoy en el mercado hispanohablante surgieron de la plataforma Wattpad. Muchas han sido adaptadas al cine: la mencionada After en 2019, A través de mi ventana en 2022, Culpa mía en 2023 o El stand de los besos en 2018. En España, el grupo Penguin Random House publica en papel los libros de Wattpad a través de Montena, dedicada a novela juvenil, y ha firmado este año un acuerdo para distribuir también las novelas gráficas asociadas a la plataforma. Esperanza Luque explica que antes “costaba una barbaridad” que se editara una novela de un autor español. “De diez libros que se publicaban, a lo mejor uno era nacional ─dice─. Existían los prejuicios de que lo nacional no tenía calidad”. Las novelas llegaban del extranjero con sellos de calidad, como las etiquetas de bestseller del New York Times. Aunque las editoriales continúan apostando por autores internacionales, cada vez hay más espacio para obras nacionales. Esperanza Luque dice que el “fenómeno fan” que se ha producido con autoras españolas como Joana Marcús la hace muy feliz. Marcús tiene 23 años y lleva escribiendo desde los 13. Publicaba sus historias en Wattpad, donde alcanzó gran popularidad junto a autoras como Ariana Godoy o Mercedes Ron. Su última novela, Tres meses (de la saga Meses a tu lado) superó los diez mil ejemplares en su primera semana en preventa y Montena, su editorial, ha lanzado este año una edición conmemorativa de la tetralogía Meses a tu lado, tras superar el millón de ejemplares vendidos.
¡Los jóvenes no leen!
“En booktok hay muy buen rollo”, dice Patricia Ibárcena. Pero a veces se cuela alguna polémica, por lo general relacionada con argumentos sobre la falta de interés de los jóvenes por la lectura o sobre la falta de calidad de lo que leen. El Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España desmiente el primer argumento: los jóvenes entre 14 y 24 años ocupan el mayor porcentaje de lectores de libros en su tiempo libre, un 74 % frente al 65,8% de adultos entre 25 y 65 años y al 57,5% de más de 65 años. El segundo, que insiste en que los jóvenes sólo leen productos comerciales repetitivos y llenos de clichés y estereotipos ─novelas basura, según el profesor de Geografía e Historia metido a tiktoker que provocó que Esperanza Luque se disfrazara de crítico literario del siglo XVII para responderle─, lo contraargumenta la misma Patricia: “Hay personas que consideran que la lectura tiene que ser algo elevado. Estas personas no han evolucionado. Qué pena por ellas, porque se están perdiendo cosas increíbles”. Dice que el lector tiene un objetivo determinado en función de la lectura elegida. A veces lee para disfrutar de la historia y otras de una pluma más elaborada. Adopta un tono pedagógico al dar algunos ejemplos: “Cuando alguien lee Binding 13, una novela de Chloe Walsh que combina suspense y romance en unas setecientas páginas, lo que desea es que le enganche, le obsesione, le vicie. En cambio, si lee Los ingratos de Pedro Simón, busca una ficción más literaria, una escritura más pulida, más redonda”. El lector disfruta ambas novelas porque sabe lo que puede esperar de cada una de ellas, afirma. Y concluye: “No puedo pretender que Los ingratos me dé lo que me da Binding 13, ni que Binding 13 me dé lo que me da Los ingratos”.
Las jóvenes booktokers son conscientes también del lado negativo de booktok. Patricia Ibárcena dice que TikTok es “muy fast food”, una red muy inmediata donde se consume contenido sin parar y con mucha rapidez. Otra de las críticas que asume la comunidad booktoker es que siempre se recomiendan los mismos libros, aunque según Esperanza Luque “ya se decía eso hace años de YouTube”. Con todo, booktok está teniendo un papel importante, si no revolucionario, en los hábitos de lectura y en la dinámica comercial del sector editorial. Miles de adolescentes y adultos acuden a la plataforma en busca de recomendaciones. Patricia Ibárcena dice que recibe mensajes de padres preguntando por lecturas para sus hijos o incluso de seguidores que le recomiendan novelas a ella. La influencia que tienen los booktokers es tal que en ocasiones ni siquiera necesitan leer y reseñar un libro para promocionarlo: con mostrar la portada en una historia es más que suficiente.
Más allá de las críticas, ese es el presente. ¿El futuro? “A lo mejor booktok ganará más y más popularidad ─dice Esperanza Luque─. A lo mejor desaparecerá y otra red social ocupará su espacio, como ya ha ocurrido con plataformas previas”. En cualquier caso, cientos de miles de usuarios, adolescentes y jóvenes en su mayoría que sólo conocían los libros obligatorios escolares, han reconectado con la lectura y seguirán contestando a polémicas con la pasión desmedida de un fan o de un joven intelectual engagé, con sus propios vídeos y opiniones o haciendo pequeños skits donde una chica armada con un móvil finge ser un crítico literario del siglo XVII y defiende a capa y espada las “novelas basura”.
Un reportaje de Laura Espejo Segador
Imagen destacada creada con la IA de Bing





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